Figuras retóricas de uso frecuente
Las figuras retóricas son construcciones que existen en el imaginario de las personas, funcionando en distintas instancias como la literatura, el habla cotidiana, el mundo laboral, la publicidad, etc. (Lakoff y Johnson, 2004).
Cuando ingresamos a buscar el sentido de las figuras, encontramos una larga lista de opciones de expresión. Eso significa dos cosas: que puede aparecer más de una figura en una determinada expresión, y que las posibilidades de ser interpretadas es vasta.
En esta oportunidad, compartiremos algunas definiciones y ejemplos breves de las principales figuras retóricas. Como la lista es larga, se recomienda poner CTRL+F, para buscar la palabra clave a indagar.
Si tienen dudas sobre términos propios de los estudios de las lenguas, pueden revisar el glosario que estamos preparando.
Aliteración:
Es la repetición de sonidos consonantes en uno o más versos o frases cercanas, buscando un efecto sonoro que resalte el texto o evoque una sensación específica.
Ejemplo b): “Le o frecemos un desagravio para esta a frenta” (Repetición de “f”).
Ejemplo a): “El al farero a filaba su al fil” (Repetición de “f” y “l”).
Anáfora:
Es un tipo de repetición, ubicada en el inicio de dos o más verso. La anáfora tiene un fuerte impacto en la poesía, ya que establece un ritmo y una progresión en la idea principal. En la retórica política y en discursos, también es una técnica común para enfatizar un mensaje clave y generar impacto emocional.
Por ejemplo:
a) ” Tu verdad, ese gusanito sin rostro y sin castigo.
Tu verdad, aquella muestra de mezquina ingratitud.
Tu verdad, ese monstruo de indiferencia y pena”.
Nota:
No se debe confundir con la anáfora como referente gramatical, ya que allí se trata del reemplazo de un término ya mencionado antes, a través de una o varias palabras (por ejemplo, “Luis fue muy amable. Él fue criado con valore”).
Antítesis:
Expresa la presencia de opuestos. Sin embargo (a diferencia del oxímoron), no evidencia contradicción entre estos. La antítesis es común en la poesía y el discurso literario porque permite explorar el equilibrio entre fuerzas opuestas. En poesía romántica, por ejemplo, a menudo se utiliza para representar emociones contradictorias en el amor.
Por ejemplo:
a) “Por la noche hizo frío; y en el día calor“.
b) “Yo lloraba y tú reías”.
Asíndeton:
Es la eliminación de nexos. Su opuesto es el polisíndeton. Al omitir los nexos, se acelera el ritmo de la narración o el verso, lo que puede generar un efecto dramático o enfatizar la acumulación de elementos o acciones.
Por ejemplo:
a) “Comieron pavo, panetón, champagne”.
b) “Subió cerros, montañas, picos”.
Hipérbaton:
Corresponde a un cambio del orden habitual de las palabras. El hipérbaton es especialmente útil en poesía, donde la disposición de las palabras contribuye al ritmo y al énfasis emocional.
Por ejemplo:
a) “Desde atrás me miraba él” (Él me miraba desde atrás).
b) “Quiero carne y con arroz más” (Quiero más carne y arroz)
Hipérbole:
Es una exageración. A menudo se utiliza para expresar la intensidad de las emociones. La hipérbole se usa con frecuencia en la poesía, la publicidad y la narrativa humorística para captar la atención del lector o audiencia.
Por ejemplo:
a) “Apuesto a que le ganas a un elefante”.
b) “Tu grito llegó hasta Groelandia”.
Metáfora:
Corresponde a un reemplazo o equivalencia de sentido entre dos términos de distinto campo semántico. Se puede representar con la relación “a es b”. La metáfora es una de las figuras retóricas más poderosas, ya que permite la creación de nuevas conexiones entre ideas o conceptos que no parecen relacionados a simple vista.
Por ejemplo:
a) “Las dos luces de tu rostro se apagaron cuando lo vista con otra”.
“Luces” (a) reemplaza a “ojos” (b).
b) “Él es un ratón asustado”. “Él” (a) es equivalente a “ratón asustado” (b).
Nota 1:
Cuando un término sustituye a otro, se denomina metáfora pura. En cambio, cuando ambos términos aparecen, corresponde a una metáfora impura.
Nota 2:
Culturalmente, la metáfora puede expresar valores positivos o negativos, de acuerdo con el espacio (v.g. arriba es bueno y abajo es malo).
Metonimia:
Figura similar a la metáfora, ya que expresa una relación “a es b”, reemplazando un término por otro. Sin embargo, existe una relación entre ambos términos. La metonimia es común en el habla cotidiana y en la literatura, ya que permite una expresión más ágil y simbólica. Puede aportar connotaciones culturales que enriquecen el significado.
Por ejemplo:
a) “Robaron un Van Gogh del museo”. Se usa al autor (Van Gogh) en lugar de la obra (el cuadro).
b) “Te vi llegar a la universidad en un fierrazo”. Se habla del material (fierro) en lugar del objeto (automóvil).
c) “Tómate una copa de vino”. Hace referencia al contenido (vino) en lugar del continente (vidrio o cristal).
Nota: algunos autores consideran que la relación parte/todo corresponde a un tipo de metonimia. Sin embargo, este caso será considerado como sinécdoque.
Polisíndeton:
Es la repetición deliberada de conjunciones para alargar la frase o dar un tono solemne o enfático. Se opone al asíndeton. El polisíndeton puede generar una sensación de abundancia o insistencia, y a veces se usa para dar un tono más emotivo o dramático al discurso.
Por ejemplo:
a) ” Ni bueno, ni guapo, ni atento”.
b) “Quiero chocolates y caramelos y alfajores”.
Repetición:
Figura que consiste en el uso libre y reiterativo de un mismo término. La repetición es una figura básica pero efectiva en la poesía, los discursos y los textos narrativos. Se utiliza para destacar ideas clave y para aportar musicalidad al lenguaje.
Por ejemplo:
a) Era aplicada y buena; sutil y buena; hermosa y buena.
Símil:
Establece una comparación directa entre dos términos mediante el uso de nexos comparativos (“como”, “parece”, “cual”). El símil es una herramienta fundamental para la poesía y la narrativa, ya que facilita la comparación explícita, manteniendo a ambos términos visibles.
Por ejemplo:
a) “Tus ojos son como dos luceros”.
b) “Tus manos son como algodones”.
c) “Tu boca aparece cual manjar”.
Sinécdoque:
Es un tipo de metonimia en la que se emplea una parte para referirse al todo, o el todo para referirse a una parte. La sinécdoque, al igual que la metonimia, permite condensar significados, y es frecuente en el lenguaje cotidiano para expresar la relación entre lo individual y lo colectivo.
Por ejemplo:
a) “Perú ganó el Mundial de fútbol”. Se considera a todo el país (todos los habitantes), en lugar del equipo de fúltbol (los jugadores y el cuerpo técnico).
Ironía
Figura retórica que consiste en expresar lo contrario de lo que se quiere decir, generalmente con intención humorística o sarcástica.
- Ejemplo: a) “¡Qué puntual eres!” (Dicho a alguien que llega tarde)
Onomatopeya
Imitación de sonidos reales mediante palabras.
- Ejemplo: a) “El tic-tac del reloj no me deja dormir.”
Eufemismo
Sustitución de una palabra o expresión desagradable o tabú por otra más suave o aceptable socialmente.
- Ejemplo: a) “Pasó a mejor vida” (en lugar de decir “murió”).
Paradoja
Expresión de una idea que parece contradictoria o absurda, pero que encierra una verdad.
- Ejemplo: a) “Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero que muero porque no muero.” (Santa Teresa de Ávila)
Pleonasmo
Uso de palabras redundantes para reforzar la idea expresada.
- Ejemplo: a) “Lo vi con mis propios ojos.”
Epíteto
Adjetivo que, colocado antes del sustantivo, destaca una cualidad inherente del mismo.
- Ejemplo: a) “La blanca nieve cubría el paisaje.”