18 de October de 2024

“Poor Things”, dirigida por Yorgos Lanthimos, es una película que desafía las convenciones y presenta una historia vibrante a través de su protagonista, Bella Baxter, interpretada por Emma Stone. Con una combinación de fotografía cautivadora, vestuario singular y actuaciones de alto calibre, la película no solo se convierte en un festín visual, sino que también explora temas profundos que, aunque inquietantes, son esenciales para su narrativa. A pesar de su originalidad, la película se enfrenta a la paradoja de sus propios contenidos, que podrían haber limitado su reconocimiento en ciertos círculos.

La fotografía de “Poor Things” es uno de sus mayores logros. Cada imagen está cuidadosamente compuesta, creando un mundo que oscila entre lo surrealista y lo fantástico. Las elecciones visuales no solo sirven como fondo, sino que enriquecen la experiencia, haciendo que el espectador se sumerja en la historia. Esta estética visual se complementa perfectamente con el vestuario, que se siente tanto anacrónico como revolucionario. Cada traje de Bella no es solo una elección de moda, sino una declaración de intenciones. Stone, con su estilo único, convierte cada atuendo en una forma de resistencia contra las limitaciones sociales.

El talento actoral en “Poor Things” es sobresaliente. Stone aporta una mezcla de vulnerabilidad y fuerza a Bella, una mujer que lucha por encontrar su identidad en un mundo que intenta definirla. La química entre Stone y sus coprotagonistas, como Willem Dafoe y Mark Ruffalo, añade profundidad a la narrativa, llevando al público a través de una montaña rusa emocional. Cada escena revela más sobre Bella y su entorno, permitiendo que la audiencia se conecte con su viaje de autodescubrimiento.

Sin embargo, “Poor Things” no elude temas difíciles. La película aborda cuestiones de consentimiento y poder de forma directa, lo que puede resultar incómodo para algunos espectadores. Este enfoque audaz, aunque refrescante, podría haber afectado su recepción en festivales y premios. A veces, un tema incómodo puede hacer que un filme se sienta como una broma de mal gusto en una reunión familiar; algunos pueden reír, otros simplemente miran al suelo.

A pesar de estos retos, el valor simbólico de la historia es innegable. Bella se convierte en un símbolo de emancipación, un faro de autodescubrimiento en medio de las restricciones sociales. La lucha de su personaje resuena en un contexto actual donde la búsqueda de la identidad y la libertad personal son más relevantes que nunca. Esta mezcla de humor y profundidad invita al espectador a cuestionar sus propias percepciones sobre la libertad y el control.

Por todo lo anterior, “Poor Things” es un trabajo que destaca por su fotografía impresionante, vestuario audaz y actuaciones memorables, con Emma Stone a la cabeza. A pesar de abordar temas incómodos que podrían haber limitado su reconocimiento, la película ofrece una narrativa rica y simbólica que invita a la reflexión. A través de la historia de Bella, el filme nos recuerda que a veces, los caminos más difíciles son los que llevan a las mayores recompensas. Si bien no siempre se lleva los aplausos esperados, “Poor Things” se asegura de dejar una impresión duradera, como esa anécdota que, aunque controversial, siempre aparece en las conversaciones más interesantes.

Trailer de Poor things

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