Reseña apresurada (porque no queda más) de Capitán América IV

Captain America: Brave New World
Género: Superhéroes, Acción, Aventura
Dirección: Julius Onah
Reparto: Anthony Mackie, Sebastian Stan, Giancarlo Espósito, Harrison Ford, Liv Tyler, entre otros
“Capitán América 4” llega como la última entrega del MCU, presentándose con ambiciones desmesuradas y un despliegue de acción que intenta deslumbrar, pero que acaba quedándose corto en varios frentes. La trama sigue a Sam Wilson, el nuevo Capitán América, en una odisea para recuperar un artefacto místico que amenaza con alterar el equilibrio global. En este recorrido, nuestro héroe se enfrenta a conspiraciones internas, dilemas éticos y a un antagonista enigmático interpretado por Giancarlo Espósito, cuya actuación se destaca en medio de una construcción de villano que resulta lamentablemente poco convincente.
La película se enorgullece de sus secuencias de acción vertiginosas y de momentos interpretativos que, en ocasiones, consiguen rescatar el relato. Sin embargo, la incoherencia argumental y la lógica narrativa deficiente—evidentes desde la estética apresurada de su portada hasta unos efectos especiales que, en vez de elevar la experiencia, delatan un acabado chapucero—son demasiado notorios. Además, Bucky Barnes se limita a una intervención meramente motivacional para Sam Wilson, lo que empobrece el potencial narrativo y la profundidad de los personajes secundarios.
Lo más provocador de la cinta es, sin duda, su tan anunciada confrontación con el Hulk rojo, que se erige como la principal “fortaleza” del filme. Lamentablemente, esta pelea se muestra poco creíble y culmina en un desenlace anticlimático, evidenciando un apresuramiento que permea toda la producción. En definitiva, “Capitán América 4” se revela como una experiencia entretenida para una tarde de sábado en casa, donde el frenesí de la acción compensa momentáneamente las fallas estructurales. Sin embargo, para el espectador que busca una propuesta cinematográfica capaz de generar debate o reflexión, la película se convierte en un gancho superficial para futuras entregas del MCU, dejando mucho que desear en términos de profundidad y coherencia.